Hubo un momento en que mi vida fué un infierno.

Cierto que mucho de lo que vivía, había sido construido paciente y arrogantemente por mi mismo, pero aún después de pagar mis culpas o de pedir perdón, seguí permitiendo el acoso y la violencia verbal y emocional en contra mía y en ocasiones en contra incluso, de aquellos que me aman.

Lo permitía, porque en el fondo pensaba que quienes se tomaban la libertad de seguirme empujando, de alguna manera tenían derecho a hacerlo, como dije antes, a pesar de haber pagado mis facturas o haber respondido con honestidad en esos momentos oscuros y difíciles.

Fué entonces que la mujer que hoy acompaña mi viaje, me hizo ver que ya era tiempo de parar la auto compasión y por ende, la tortura constante que generaba a mi alrededor, gente enfermiza y agraviada, carcomida por el rencor o el despecho estúpidamente cultivado.

Esa noche, me sentó frente al televisor, tomó el control remoto, me dió un beso y antes de irse de la habitación, echó a andar la escena más significativa de The Matrix... justo cuando Neo resucita y al ver una andanada de balas venir hacia él, levanta la mano y dice..."no"...

En ese momento, descubrí el significado y el poder de la palabra "no"...desde entonces, jamás he vuelto a permitirle a nadie, intoxicar mi vida o convertirme en el cesto de su basura emocional.

Lo que nos hace felices, nos lo hemos ganado a pulso y no tenemos porque esconderlo ni porque pedir permiso... por eso, si alguna vez, alguién llega a atreverse a criticar tu manera de vivir o el sueño que persigues, te invito a que levantes la mano y como Neo, utilices el poder de la palabra "no"...nunca te sentirás más fuerte y más libre, que al enfrentar a aquellos que intentan encadenarte a través del chantaje o de la culpa...

Te atreves?...